En estos días nos dedicamos a conocer los lugares de interés más importantes en Estambul. Salíamos temprano en la mañana y volvíamos antes de que anocheciera.
Estambul es una megalópolis de catorce millones de personas. Tiene una mayoría musulmana pero gran parte de la población es laica y hay una minoría de cristianos y de judíos. El estado es laico y no toma parte en ninguna religión. Por toda la ciudad hay numerosas mezquitas, iglesias y sinagogas.
Estambul se ubica entre Asia y Europa. El estrecho del Bósforo además de conectar el mar de Mármara con el mar Negro, separa los dos continentes. Dos puentes fueron construidos sobre el estrecho.
Cuando se habla de Estambul siempre se menciona que está divida en tres partes; la ciudad vieja en continente europeo, y la ciudad nueva subdividida en la parte europea y la parte asiática. Las zonas históricas de la ciudad han sido declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
En el primer día de excursión, visitamos la mezquita azul, la iglesia de Santa Sofía, la cisterna basílica, el palacio de Topkapi, y el gran Bazar.
El segundo día, visitamos la iglesia de Santa Irene, el museo de arte turco e islámico, el bazar de las especias y navegamos por el mar de Mármara hasta el Bósforo.
También conocimos el Cuerno de Oro, el Hipódromo de Constantinopla, el obelisco de Constantino y el de Tutmosis III, la torre Galata, la plaza de Taksin entre otros muchos lugares, por lo que se puede decir que conocimos mucho de Estambul y muy rápido.
De todos estos lugares los que me parecieron más interesantes y más bonitos fueron la iglesia de Santa Sofía y el Palacio de Topkapi. Disfruté mucho también del paseo en barco por el estrecho del Bósforo.
La Iglesia de Santa Sofía está ubicada en frente de la Mezquita Azul en la plaza del ex Hipódromo de Constantinopla. Su edificación comenzó en la era del emperador Constantino I(324-337) y concluyó en la era del emperador Constantino II en el año 360. Producto de una rebelión se incendió completamente no quedando rastros de ella. Teodosio II la volvió a inaugurar en el año 415. Su destino era volver a incendiarse otra vez en el año 532. Esta vez quedarían algunos vestigios para la posteridad. Justiniano II la mandó a construir nuevamente, esta vez más suntuosa, poco tiempo después de que quedara destruida por la rebelión de Nica. La historia de la iglesia continúa con los años, haciéndola un icono de Estambul.
El Palacio de Topkaki era el centro de la administración del Imperio Otomano. Fue construida entre 1460 y 1478. Consta de cuatro patios, y numerosas salas.
El turco es en general una persona agresiva. En los días en que estuvimos en Estambul vimos varias peleas, y varias discusiones fuertes. En muchos boliches prohíben el ingreso sólo a hombres y sólo permiten la entrada a parejas. Como nos llamaba la atención este fenómeno averiguamos que esto era porque los hombres se peleaban por las mujeres. También notamos de qué manera no les sacan el ojo a las mujeres. Nuestras compañeras se sentían molestas al caminar entre los turcos. Por último mencionar que el turco es el resultado de la mezcla de muchas etnias por lo que son muy diferentes entre ellos.
La segunda noche salimos a un boliche cerca de la peatonal principal. Nos sentamos en una de las mesas, y escuchamos música en vivo. La gente es muy desinhibida y las mujeres se paran en las sillas a bailar los temas que les gustan. El público participa aplaudiendo y cantando las canciones. La noche en Estambul es muy atractiva y hay un sinfín de opciones, boliches de rock, de metal, discotecas, bares, restaurantes. Sólo caminar por la peatonal es una apuesta segura y muy divertida.
El tercer día descansamos en el hotel escuchando música y conversando. Salimos a comer y caminamos un poco por las inmediaciones. En Estambul uno nunca sabe lo que se puede encontrar a cada vuelta de la esquina.
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