martes, 12 de julio de 2011

Día 130-131(10 de julio-11 de julio): Centro de Turquía

El primer día nos despertamos en Urgup y visitamos El Parque Nacional de Göreme, el Museo al Aire Libre de Zelve, la Ciudad Subterránea de Kaimaki y el Museo de Mevlana. Dormimos en la ciudad de Konya.

El segundo día continuamos el camino hacia el oeste y visitamos la antigua ciudad de Hierápolis. Dormimos en Pamukkale.

El primer día salimos temprano y antes de llegar al Parque nos bajamos en la ruta para sacarnos fotos con formaciones rocosas muy extrañas.


En el Parque Nacional de Göreme conocimos algunos de los recintos religiosos excavados en las rocas a partir del siglo III por los cristianos del período romano. Los frescos que se conservan en el interior mantienen el color a pesar del paso del tiempo. Imaginar a los monjes con su hábito rezando en estas iglesias no era muy difícil.

En el Museo al Aire Libre de Zelve, conocimos las cuevas donde vivían los habitantes de estos valles hasta mediados del Siglo XX cuando fueron desalojados por el gobierno debido al peligro de derrumbe. También pudimos ver una mezquita. Atravesamos un oscuro túnel que comunicaba las viviendas. Me resultó claustrofóbico, porque aún no había visitado nuestra siguiente parada.

En La Ciudad Subterránea de Kaimaki, conocimos los túneles, habitaciones y salas construidas en algún momento del pasado (se cree ente el siglo V y X) para esconderse en caso de invasiones. No se sabe la fecha ya que no hay ninguna inscripción ni ningún dibujo. Puede pensarse que quizá sean mucho, mucho más antiguos… Tiene ocho pisos, de los cuales sólo los primeros cuatro están abiertos al turismo. Los túneles son angostos y para recorrerlos hay que caminar agachado. Al recorrerlos la sensación de estar nuevamente en los Túneles Cu Chi en Vietnam fue instantánea.

El Museo de Mevlana ubicado en Konya,  fue nuestra última parada antes de llegar al hotel. A esta altura todos estábamos cansados del agotador viaje y de tantos lugares visitados. El museo es un lugar de peregrinación para los musulmanes. Allí se ubica la tumba de Mevlana, el célebre poeta musulmán.

El segundo día viajamos muchas horas y llegamos a Hierápolis pasadas las dos de la tarde. Además de las construcciones en ruinas, los templos, monumentos y anfiteatros se encuentran las atractivas cascadas de aguas termales. La vista de las piscinas de cal en diferentes niveles encandila la vista. Todo se vuelve blanco.

Luego llegamos al hotel en Pamukkale. Estaba cansadísimo y preferí descansar todo lo que pudiera antes que ir a bañarme a la espectacular piscina del hotel. Dormí casi doce horas y sólo me levanté para cenar.

Al día siguiente me esperaba la última mañana con el Grupo de Viaje. El viaje continuaba, de nuevo libre, por las islas griegas.

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